El aluminio es hoy un material esencial en la construcción y la carpintería metálica. Su ligereza, resistencia y estética lo convierten en una opción imprescindible para arquitectos, interioristas y empresas como la nuestra, especializadas en la instalación de carpintería de aluminio.
Sin embargo, su precio en el mercado internacional varía constantemente, y esas oscilaciones repercuten directamente en el día a día de nuestro trabajo.
A finales del siglo XIX, el aluminio era casi un lujo. Solo con la llegada del proceso electrolítico Hall-Héroult su producción se abarató, pasando de costar unos 13.000 € por tonelada a poco más de 2.000 € a mediados del siglo XX.
Desde entonces, se ha convertido en un material básico, aunque su precio sigue siendo muy sensible a los cambios del mercado mundial.
En las últimas décadas, el aluminio ha mostrado una fuerte volatilidad:
En 2015-2016, se situaba entre 1.400 € y 1.700 € por tonelada.
En marzo de 2022, alcanzó un máximo histórico de 3.800 €, impulsado por la crisis energética y el conflicto en Ucrania.
En 2025, ronda los 2.600 € por tonelada, un nivel más estable pero aún elevado.

Energía
La producción de aluminio consume mucha electricidad. Cuando sube el precio del gas o la luz —como ocurrió en Europa en 2022—, los costes de fabricación se disparan.
Oferta mundial
China produce más del 55 % del aluminio global, por lo que cualquier cambio en su producción afecta directamente al mercado europeo.
Geopolítica
Sanciones, conflictos o restricciones de exportación alteran la oferta y presionan los precios.
Demanda industrial
Sectores como la construcción, el transporte o las energías renovables impulsan la demanda y encarecen el material.
En Global Menorca, estas variaciones se reflejan directamente en el coste de los perfiles, marcos y sistemas que instalamos. Una subida en la cotización puede modificar el presupuesto de una obra o reducir los márgenes de beneficio.
Por eso, planificamos con antelación y trabajamos estrechamente con nuestros proveedores para anticipar posibles subidas. También informamos a nuestros clientes cuando un proyecto puede verse afectado por cambios en el mercado, buscando siempre soluciones equilibradas entre calidad, coste y plazos.
Además, las fluctuaciones del aluminio pueden influir en la planificación de las obras. Un aumento repentino o un retraso en los suministros obliga a reorganizar calendarios, ajustar presupuestos o buscar alternativas.
Por ello, nuestra estrategia se basa en tres pilares:
Colaboración constante con proveedores de confianza.
Análisis de tendencias para prever subidas y bajadas.
Transparencia con arquitectos, interioristas y clientes sobre el contexto del mercado.
Hoy, con el aluminio estabilizado en torno a los 2.600 € por tonelada, el mercado europeo muestra cierta calma, aunque sigue condicionado por los costes energéticos.
Para empresas como la nuestra, esto refuerza la importancia de una gestión responsable y una comunicación clara con todos los implicados en cada proyecto.
El aluminio seguirá siendo la base de nuestro trabajo y el reflejo de nuestra filosofía: adaptarnos a los cambios sin perder calidad, compromiso ni confianza.
Contacta con nosotros para lo que quieras